Si la base de la informalidad son las necesidades «no atendidas», de trabajo, productos, y/o servicios de algunos sectores de nuestra sociedad por parte del estado, los empresarios o las personas, la única solución posible es que estos tres jugadores busquen atender estas necesidades e incorporar estos sectores al sistema.
Estamos claros que la responsabilidad es compartida, pero ¿cuál de los tres jugadores (estado, empresarios, personas) podrá hacer más para poder erradicar la informalidad?
- El estado en nuestro país esta muy poco institucionalizado y sus decisiones responderán más a la voluntad popular y a la opinión pública buscando votos a corto plazo.
- Las personas naturales podemos ayudar a incorporar al sistema a algunas personas que están fuera de él, sin embargo el efecto será siempre muy limitado.
- Si bien no es su obligación ni su responsabilidad, son los empresarios los llamados a hacer la diferencia debido a sus capacidades tanto económicas e intelectuales.
¿Por qué los empresarios deberían hacer esto? La respuesta, como ya dijimos, es primero, porque tienen los recursos y la capacidad de hacerlo, generándoles una obligación moral. Y segundo porque les conviene a largo plazo : si ellos no se encargan de resolver el problema, el país será inviable a largo plazo, pues tarde o temprano la informalidad se apoderará del estado, las instituciones y el mercado.
¿Cómo pueden los empresarios hacer este trabajo?
- Los empresarios deberán desarrollar productos y servicios que estén al alcance de los más necesitados del país, es decir productos y servicio con la adecuada calidad y de precio competitivo. Es muy probable que inicialmente estos productos no sean muy rentables o que simplemente paguen sus costos. Sin embargo, debemos entender que su función principal debe ser atender necesidades que si no las atienden ellos, serán eventualmente atendidas de manera informal.
- Solo después de atender estas necesidades podemos presionar al gobierno para poner mano dura sobre la informalidad. La manera eficiente es mediante la consolidación de gremios y con el apoyo de los medios. Los medios de comunicación jugarán un doble rol, fundamental en el proceso. El primero será sensibilizar a la población, y el segundo presionar al estado.
Si pretendemos erradicar la informalidad vía represión e imponiendo el estado de derecho con la fuerza, lo único que lograremos será generar violencia y resentimiento, sintiéndose excluidos del país y que se manifestará de manera contundente en las próximas elecciones. Solo un compromiso a largo plazo, cuyo principal objetivo sea hacer sostenible económica y socialmente nuestro país, podrá cambiar las cosas.
Termino comentando la respuesta que me dio un venezolano cuando le pregunté que habían aprendido los empresarios después de todos estos años con Chávez. Él me respondió «En nuestros países no se puede hacer empresa sin responsabilidad social». En nuestros países, responsabilidad social es hacer lo que sabemos hacer pero de tal modo que los que hoy no pueden pagar por ello y ni trabajar en ello, sí lo puedan hacer.
A la pregunta ¿se puede combatir la informalidad? la respuesta es sí. Solo con el firme propósito de los empresarios de atender a los menos afortunados de este país de un modo económicamente sustentable ( de manera rentable ) sumado al compromiso de los medios de sensibilizar a la población y al estado podremos derrotar la informalidad y hacer viable nuestro país.
Esto es lo que llamaríamos inclusión económicamente sustentable.