Pienso que la confianza de una sociedad en sus miembros, organizaciones e instituciones es la base de toda sociedad desarrollada y por el contrario que la desconfianza, manifestada en la cultura del «más vivo» es lo que ata a los pueblos al sub desarrollo. La razón, muy simple : en una sociedad donde las personas no confían priorizarán sus intereses frente a los intereses de los demás. Las consecuencias van desde los atoros en los semáforos por ver quién pasa primero, hasta el no pago de impuestos con la justificación que el estado los malgastará o serán robados por malos funcionarios.
Con esta idea en mente realicé una encuesta por internet, que si bien no tiene ningún valor estadístico, pues solicite el llenado de la misma a través de las redes sociales, me dio algunas luces que me gustaría compartir.
La pregunta de la encuesta fue : » Si la confianza en una persona organización o institución es la seguridad que tenemos en que las acciones futuras de éstas busquen mi beneficio y el beneficio común, más que el beneficio propio, nos gustaría que nos ayudes a saber cuánto confías en tu entorno» donde 5 es mucha confianza y 1 es muy poca confianza.
Los resultados, en el siguiente gráfico y comentarios a continuación :
- Las mujeres en general confían más que los hombres. Aunque los hombres confían más en su pareja que las mujeres.
- La familia en general ( es decir, pareja, hijos y familiares) es el círculo en el que más confío (4.3)
- Las personas con las que trabajo son mi segundo círculo de confianza (3.3), 23% menos que mi circulo familiar. Resulta interesante que la confianza en los subordinados es mayor que en los jefes y los pares.
- Las instituciones en las que más confío son los colegios y las universidades (3.2)
- Los medios y los empresarios son el tercer círculo de confianza (2.5), casi 40% menos que mi familia.
- El estado y las autoridades es el círculo en el que menos confío (1.6) 62% menos que en mi familia.
- Las personas en las que menos confío son los políticos (1.1), 75% menos que en mi familia.
Si la premisa es correcta y hay una correlación entre el desarrollo y el nivel de confianza del individuo en las en las personas, instituciones y organizaciones, el subdesarrollo del Perú está asegurado en los próximos años y seguirá así, en la medida en que no seamos capaces de cambiar esto.
Una pista de cómo cambiar esto puede estar en las sociedades más desarrolladas, donde la confianza en que las personas hagan lo que sea mejor para la comunidad no necesariamente es algo que quieran fervientemente hacer (estoy seguro que ningún Sueco quiere pagar 65% de impuestos) pero saben que si no lo hacen no podrán gozar de los beneficios que otorgan estas sociedades avanzadas y por otra parte el castigo de no cumplir con las normas será muy duro. Es decir hago lo que tengo que hacer no solo por convicción sino por conveniencia.